Design Suites Bariloche

En una concepción muy abstracta podemos inferir que la vida es la fusión entre la tierra y el cielo. Esta arquitectura colabora con esa interfase. Cobija conjugando  piedras, maderas y emociones.

La naturaleza es visitada con la expectativa de conocerla íntimamente. El abrigo del edificio y su diálogo con el entorno conecta  esas intimidades. Es éste uno de los cometidos de la obra. Proponemos esa comunicación.

La piedra y la madera llevan el mensaje de lo tectónico que con un tratamiento orgánico de las estructuras tiene su mayor expresión en la obra del edificio de la Recepción y Club del Hotel. La forma  expansiva del edificio fuerza la relación,con el exterior. Se expande en horizontal con una disposición radial de los muros, y en vertical con techos ascendentes y vistas que remontan desde el plano inferior del lago hacia el cielo y montañas.

En particular se evitan planos (verticales u horizontals) que paralelos, presionen sin fuga possible al habitante. Los revestimientos con cierta rusticidad en piedra y madera ofrecen protección, interacción y emotiva habitación. Este edificio conduce al medio natural y a su vez lo introduce en sí mismo.

El habitante es convertido en el foco permanente del espacio que lo contiene. Ëste es sistemáticamente convertido en protagonista brindándole subjetivamente la sensación de que los espacios y esfuerzos realizados celebran su presencia. La osadía de su estructura de grandes luces se asocia a la de los árboles y penetra en el paisaje majestuoso con suficiencia

La posible disipación de la energía de los cobijados ante importantes alturas, se modera con la contención que proponen las tramas, estas se interponen, retienen y regulan con la colaboración de las texturas. Colaboran en este coloquio dándonos el sentido de ubicación los objetos que nos proponen referencias culturales locales.

El contrapunto atemporal de la naturaleza y las obras de arte contemporáneo en exposición itinerante permanente proponen en el hotel el encuentro con la identidad  de los artistas patagónicos.

En el spa, esta relación con el entorno se repite con una piscina in-out que reconstruye la conexión del hecho artificial con el natural.